Hace dos décadas propusimos que se restaurara como un
espacio para ser dedicado a las exposiciones de artesanía junto al Teatrito
Municipal y a la Biblioteca en franco deterioro y abandono. A pesar del tiempo pasado ninguna de las
administraciones municipales de turno ha hecho nada por conservar dicho
puente.
Ahora se habla de atraer turismo, y preguntamos si lo
que queremos es que la gente de otras partes venga a ver todo lo que por
desidia privada y pública hemos convertido en ruinas. Un plan turístico debe comenzar por la
restauración y limpieza de nuestras edificaciones y el cultivo de una
conciencia clara de nuestros valores para que podamos ser los mejores
anfitriones posibles.Hay que comenzar por conocer la historia o los testimonios que nos han legado. Por esa razón reproducimos a continuación un escrito del Dr. Pedro Hernández Paraliticci, aparecido en el periódico La Montaña de Utuado, en el mes de abril de 1983.
El Puente de Miguelito
MUCHOS DE LOS LECTORES no
saben que la construcción del Puente de la
Playita se debió a un tremendo
chapuzón.La historia la cuenta la célebre escritora de ascendencia holandesa Elizabeth Kneipple van Deusen en su libro Tropical Tales.
Cuando este puente terminó de construirse en el 1908, bajo la gobernación de Regis H. Post, todo el mundo lo llamaba "El Puente de Miguelito". El Miguelito de esta historia era el famoso medico utuadeño Miguel Roses Artau, cuyo deporte favorito era la caza y que durante sus estudios de medicina en Washington conoci6 al Presidente de los Estados Unidos, Teodoro Roosevelt, mientras cazaban en los bosques de Maryland. Hicieron tan buena amistad que el presidente lo llego a invitar a unirse a su grupo de caza que regularmente practicaban el deporte una o dos veces al mes.
Asi que cuando el
Presidente Roosevelt visitó a Puerto Rico en el 1906 quiso desembarcar por
Ponce en vez de San Juan y pasar por Utuado para
saludar a su amigo. Desde Ponce le envió un
telegrama al Dr. Roses que pasaría por
aquí al día siguiente. El médico salió en su caballo a recibir al presidente y lo encontró en medio del Río Grande con su automóvil atascado en medio de la
corriente —donde al Abacoa o Río
Grande se le une el Río Viví— un sitio conocido como La Playita debido a que tenia palmeras y juncos de arena y donde había un buen hombre que se ganaba
la vida cruzando a la gente en una
yola. Precisamente en el sitio donde el Cicl6n San Ciriaco había
arrasado con el puente siete años atrás. EN EL
MOMENTO en que Miguelito
Roses Artau cruzaba el río en su caballo para encontrarse con el presidente, el
motor del automóvil del ilustre visitante hizo una explosión que asusto al
caballo del galeno, tirándolo al agua.
Cuando el Presidente Roosevelt se dio cuenta que
el jinete caído era su amigo y compañero de cacería
comenzó a reírse a carcajadas. Y le dio la mono a su amigo para que subiera ai
automóvil que a tiempo fue sacado del río por una yunta de bueyes.
Mientras arreglaban el automóvil, la comitiva aprovecho para
enseñarle al presidente la ciudad de Utuado y el presidente le dijo al Secretario, que era Regis H. Post:
"Aquí se debe construir un puente lo más pronto posible". Regis H.
Post llegó a ser gobernador de Puerto Rico al año siguiente y durante su gobernación,
en el 1908 terminó de construirse la estructura que por muchos años se llamo
"El Puente de Miguelito".
3 comentarios:
Este era mi bisabuelo., un médico graduado de la Sotbona, y según cuenta mi padre, era un genio. Tiene varias patentes y fue el primero en traer los rayos X a Puerto Rico.
Este era mi bisabuelo., un médico graduado de la Sotbona, y según cuenta mi padre, era un genio. Tiene varias patentes y fue el primero en traer los rayos X a Puerto Rico.
Saludos me gustaría hablar con usted sobre un Puente Histórico muy parecido a este de Utuado mi email mar_bonrey@hotmail.com
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