Por Dr. Rubén Maldonado Jiménez, Catedrático
Universidad de Puerto Rico en Río Piedras
Muy buenas noches a todos.
En la noche de hoy estaremos bautizando y celebrando la reciente publicación del poemario Poemas para construir el silencio de Ángel Maldonado Acevedo. Un libro que se publica merece celebrarse como cuando nace una nueva criatura. El trabajo y el esfuerzo que hay que hacer para parir y publicar un libro, merece indudablemente celebrarse, eso pretendemos en hacer esta noche.
Esta presentación retoma y le da continuación a una tradición que se ha hecho en Utuado. El de presentar y tertuliar sobre libros y literatura más allá la formalidad de ámbito universitario, de la academia y de los centros culturales. Mi memoria ubica el nacimiento de esta tradición, la que espero nunca se pierda, en los comienzos de la década de 1970, cuando yo era un principiante estudiante de la escuela superior vieja Luis Muñoz Rivera. Recuerdo haber visto en un negocio frente al salón de baile llamado el “Tabacalero” en Bubao, a Isabelo Zenón Cruz en una tertulia sobre la raza y la puertorriqueñidad, tema central de su tan leído libro Narciso descubre su trasero... obra que causó conmoción en el país, en donde se trae a discusión el tema del negro en la cultura puertorriqueña, el racismo, etc.
Como muchos de ustedes saben, Ángel Maldonado Acevedo ha publicado hasta el momento Memorial de otro tiempo, 1996 y Pequeño Bar Nocturno, 2008. Es autor de un libro de relatos El minutero y otros laberintos (2006) y el que nos convoca esta noche Poemas para Construir el Silencio, 2010.
Un título interesante para un libro interesantísimo. El libro Poemas para construir el silencio, es un claro ejemplo de la exquisitez poética de la poesía puertorriqueña. Este poemario tiene como característica principal la de compactar los más profundos y puros sentimientos del autor en una hermosa y breve pieza poética. Maldonado Acevedo nos demuestra que la belleza y el valor de un verso no estriban en su longitud o palabreo, si no en su profundidad y en todas las emociones que palpiten detrás de cada palabra o en los versos cortos, con una gran genialidad como la que tenía también Nietzsche para decir mucho con pocas palabras. Yo añado ser breve, conciso, escribir con substancia.
Encontramos en Poemas para Construir el Silencio metáforas muy interesantes en sus poemas que convidan al lector a reflexionar sobre cada palabra que construye el poema. Una bella obra de arte boricua y, sobre todo utuadeña, que nos deja ver a través de la ventana de los versos, las emociones que transitan en el corazón de su autor.
En Poemas para construir el silencio el poeta Maldonado Acevedo comienza este libro explicando de entrada las razones que motivan su escritura. En el poema Razón de la poesía (p.5), el primero de todo el libro, nos dice el poeta:
Expongo estos poemas
con el propósito
de vaciar la casa:
para que el viento – cuando cruce la estancia –
no encuentre recuerdos y penas,
para que queden limpias
del tránsito del polvo
las escaleras que envejecen
contando los crepúsculos.
Liquido estos poemas
con la certeza de que alguien
sabrá apreciar la oferta.
La misma es temporera. Sólo dura esta noche,
o mientras persista
esta ociosidad abatida
de la mano que se pierde.
No hay razón para que nadie
se quede sin su verso.
Pero sobre todo, para que el lector pueda apreciarlos y valorarlos.
El poemario muestra de alguna manera los problemas existenciales del poeta. Se percibe dudas sobre el papel de uno mismo en la vida, su origen, a dónde va, cuál es su propósito, su objetivo en el mundo. El autor se desnuda ante sus problemas existenciales y espirituales. El texto recoge en gran medida, la interacción del autor con su entorno mediático. Sentimientos de soledad existencial, crisis espiritual en las que en ocasiones se pierde la fe. Es la confrontación entre la sombra (identificada con todo lo negativo, con el pasado) y la luz (que representa todo lo positivo, el futuro). Un futuro utópico en donde los valores absolutos de la paz, la justicia, la libertad han de vivir en perpetuo acecho. Vemos en la poesía de Maldonado Acevedo un reclamo a vivir en paz en un mundo justo y libre. Utiliza el verso libre, el versículo, aunque también se integran en su obra versos de tono académico y vanguardista. Conviven largos poemas, frente a otros (la mayoría) brevísimos, hasta de dos versos. Estos reflejan en algunos casos el conflicto interno, la búsqueda en lo interior en un cuestionamiento que sugiere en ocasiones el rechazo y negación por el fracaso total de las antiguas concepciones del mundo. Algunos de los poemas que reflejan esos cuestionamientos o frustraciones del poeta, para mencionar algunos, son Día a día (p.6) y Esto lo puede escribir cualquiera (p.8), el primero de los dos dice:
Mi jardín es ejemplo
de un proyecto malogrado.
Después de algún tiempo
las yerbas malas
ganaron el espacio.
Es inútil
volver a ese lugar
que un día fue
espejo de los sueños.
Dejaré que sigan creciendo
las espigas indolentes
mientras mis manos ahora
cultivan espejismos.
En la filosofía existencialista hay una tendencia filosófica a la queja extrema, casi al llanto. Sin embargo, aunque en algunos poemas se reflejen grandes frustraciones y decepciones con la vida, Maldonado Acevedo le da un tono de voz madura y de mucha profundidad. Podemos encontrar en la poesía, poetas que han pretendido hacer poesía breve pero sin sustancia, por el contrario encontramos en los versos del poeta utuadeño un gran dominio de la lírica breve y del manejo del lenguaje poético. Dice el poeta Noel Luna:
" autor de Poemas para Construir el Silencio demuestra un gran dominio de la forma breve y del lenguaje, hay un tono reconciliable a largo del libro, un perfecto balance entre la calma (lenguaje claro) que contrasta con la intensidad emocional. Hay una visión coherente de mundo, de la poesía como medio para entenderlo."
Otro aspecto de este poemario que nos llama la atención, son las menciones de grandes escritores y poetas, que evidencian el agradecimiento del autor a sus indudables influencias. La mención al poeta y crítico francés Stéphane Mallarmé, que creó poemas cerrados en sí mismos. Al escritor y dramaturgo irlandés Samuel Becket, cuya última incursión en la poesía está hecha de "poemínimos”, contenidos en el pequeño libro Mirlitonnades y al poeta italiano Giuseppe Ungaretti cuya poesía se caracteriza por la palabra clara y directa, el uso de la palabra esencial. También Thomas Stearns Eliot, conocido como T. S. Eliot poeta, dramaturgo y crítico anglo-estadounidense que en algunas de sus poesía expresan la honda frustración que en ocasiones nos produce la vida, el dolor humano, el sentimiento trágico de la vida, en general los problemas metafísicos.
La mención al poeta y crítico francés Stéphane Mallarmé la encontramos en la última poesía de Poemas para construir el silencio, en el poema Arte de la poesía (p.71). Que dice:
No sé si fue la mala suerte
pero un día me encontré frente al poema
(Dice que ocurre a seres distraídos),
Sus pesadas rutinas se transforman en ecos
que anuncian mariposas.
Se podría escribir el ejercicio
el misterio cabal que borra los silencios
y deja la semilla de sus signos.
Mallarmé (que de nada sabía)
lo supuso una noche.
Juntó palabras
a la medida de sus embelesos
y los nombró poemas.
Desde entonces
fui irredento amanuense
que alguien tildó de loco.
Así fue que una noche me encontré en el poema
y ya nunca he encontrado la salida.
Más claro no puede estar el agradecimiento y la deuda con Mallarmé.
En el enigmático poemario Poemas para construir el silencio, encontramos una gran variedad de temas como: las frustraciones de la vida, la decepción, el pesimismo, el dolor humano, la vida cotidiana en un pueblo pequeño como lo es Utuado, el amor, el erotismo, la consternación que produce la realidad colonial puertorriqueña, reflexiones metafísicas, entre otros.
Las teorías del silencio que nos presenta el texto, en los poemas de las páginas 16 a la 19 nos invita a reflexionar sobre: el silencio como un fenómeno que nos permite pensar, darnos cuenta de las cosas que hacemos, de lo que decimos, y de lo que no decimos... porque sólo en el silencio podemos ser lo que realmente somos.... cuántas y cuántas veces le hemos preguntado al silencio por esto o por aquello, a veces creemos que nos responde a veces no, pero creo que en nuestro interior está la respuesta, sólo tenemos que invocarlo... En ocasiones hay que descansar, dormir, parar, quedarse a solas, porque el silencio también existe y reclama su espacio. Expresar el silencio puede ser un reto poético y, en otras ocasiones, el propio silencio nos habla por la cadencia entre versos. En cualquier caso siempre es importante saber escuchar.
Por último, quiero hacer dos breves comentarios, el primero es que pienso que Pedro Carrasquillo, espléndido cantor del jíbaro puertorriqueño, estará gozando y celebrando en el más allá, el que en el barrio donde nació Guaonico, se esté celebrando una actividad en honor a la poesía utuadeña, y más aun al enterarse que Angel Maldonado Acevedo compartió una parte de su adolescencia en este barrio.
El otro comentario, es que desearía que muchos puertorriqueños, leyeran más poesía como medio de entender nuestro pasado histórico y comprender el presente para proyectarnos a un futuro superior a las condiciones de vida en que vivimos los puertorriqueños, en todos sus ámbitos, económicos, sociales, políticos y culturales.
Felicito a Maldonado Acevedo por esta contribución a la trova utuadeña y esperamos que el libro sirva de estímulo para la publicación de otros tantos versos inéditos.
Buenas noches y gracias por su presencia.
Palabras del Dr. Rubén Maldonado Jiménez en la presentación del libro de Ángel Maldonado Acevedo, Poemas para construir el silencio, Ediciones, riobibí, Utuado, Puerto Rico, 2010. La presentación fue el sábado, 4 de diciembre de 2010, en el Bar Mi Recuerdo en el Barrio Goaonico de Utuado, Puerto Rico. Publicado también http://www.utuadohoy.com/ portal de Noticias sobre Utuado, Puerto Rico.