viernes, diciembre 14, 2012

Llegar al pasado... por el camino de la poesía

La noche del jueves 13 de diciembre, tuvimos la oportunidad de asistir al nacimiento de la opera prima del joven poeta manatieño,  Manuel Antonio Ortiz Lugo.  El vestíbulo del Teatro Taboas sirvió de escenario para que allí se convocaran  un nutrido grupo de amantes de la poesía y amigos del poeta.  
 Vista parcial del público asistente en el vestíbulo del Teatro Taboas en Manatí.
 En el orden acostumbrado Angel Maldonado Acevedo, Angel Luis Nieves Bonilla y Manuel Antonio Ortiz Lugo, poetas.
 El poeta y crítico Salvador Villanueva Machuca, estuvo a cargo la presentación del poemario.
 El poema Manuel Antonio Ortiz Lugo leyó una muestra de su poesía.
En el orden de siempre Lcdo. Pedro Rodríguez Vázquez, el poeta Ortiz Lugo y Salvador Villanueva junto a la directora del Teatro Taboas de Manatí.

El motivo fue la presentación del poemario Llegar al pasado del joven abogado de Manatí.  Como es de rigor en este tipo de actividad el poeta leyó una muestra de su excelente poesía, donde se encuentran grandes aciertos líricos y donde se gesta una gran promesa de virtud y honestidad literaria.    El poeta y crítico arecibeño Salvador Villanueva Machuca hizo una rigurosa exégesis del poemario y el Lcdo. Pedro Rodríguez Vázquez, utuadeño, condujo con buen tino y rigor la actividad donde no faltó la buena música y el buen compartir.  Tuvimos la oportunidad de saludar a los poetas Claudio Cruz Núnez y Pedro Juan Ávila Justiniano, poetas manatieños, a Ángel Luis Nieves Bonilla, que fue el diseñador del poemario, el cantautor y promotor de las artes Radamés Cordero Nevárez, entre los artistas que se dieron cita.
Fue una noche excelente y exquisita  que nos deja ver que la poesía es un ingrediente necesario para los tiempos difíciles que vivimos.  Les dejamos algunas fotos.

martes, diciembre 11, 2012

1981 La Casa de Bernarda Alba en Utuado


El año de 1981 culminó en Utuado con una interesante representación teatral que sirvió de marco para personas de la comunidad y de la Universidad pusieran en escena sus talentos. 

Una nota en el periódico La Montaña del mes de Diciembre de 1981, que no está firmada,  informa que  “una de las actividades culturales de mayor impacto en la comunidad utuadeña  lo fue el montaje de La Casa de Bernarda Alba”.  La célebre obra de Federico García Lorca se escenificó en el Club Tabacalero los días 10, 11 y 12 de diciembre de 1981.  La obra fue producida por la Casa Utuadeña de la Cultura y dirigida por Vicente Castro, entonces profesor de Humanidades del Colegio Regional de la Montaña (CORMO). Vicente había llegado a Utuado procedente de Boston, donde había enseñado cursos de Teatro en la Universidad de Harvard.   En Utuado organizó el grupo teatral Virazón que además de ser un grupo universitario incluía talleres comunitarios en los que el destacado director aportaba sus conocimientos para beneficio de personas de la comunidad. El elenco de La Casa de Bernarda Alba lo componían las siguientes personas :



Gloria E. Pérez Morán, La Poncia

Noris Ramos de Jordán, Bernarda Alba

Miriam Soto, Angustias

Mabel Marqués, Martirio

Karmela Marco, Adela

Diany Reyes, Amelia

Aida Aviñó, Criada

Etnairis Rivera, madre de Bernarda

Trabajaron en la producción Rafael Vázquez y el jayuyano Iván Oscar Pierluisi.

Uno de los aspectos más interesantes del montaje, hace constar la nota publicada en La Montaña fue el escenario diseñado por Vicente Castro y construido por el maestro de obra Rafi Vázquez. Era una especie de araña gigantesca que colgaba del techo y al final de la obra descendía edificando un símbolo fálico que  daba un poco de sentido a la irreverente originalidad del director Vicente Castro.

Colaboraron muchas otras personas en este evento, como Quique Puig, Edgar Reyes, don Pedro Matos Matos, Mario Rosado Aquino, Efraín Rodríguez y Quique Rullán.  Les dejo algunas fotos que nos permitirán rememorar el evento, a 31 años de su escenificación.

lunes, diciembre 10, 2012

El puente de Miguelito: un reclamo y un escrito

Uno de los lugares más emblemáticos de Utuado es el puente que servía de puerta de entrada al pueblo en el Sector La Playita y que hoy comunica  la calle Dr. Cueto con la Escuela María Libertad Gómez.  Ese modelo de puente existe en otras ciudades de Puerto Rico (Mayaguez, Trujillo Alto, entre otros pueblos).  El puente de Utuado se encuentra en deterioro y urge su conservación y protección como símbolo o legado cultural.

Hace dos décadas propusimos que se restaurara como un espacio para ser dedicado a las exposiciones de artesanía junto al Teatrito Municipal y a la Biblioteca en franco deterioro y abandono.  A pesar del tiempo pasado ninguna de las administraciones municipales de turno ha hecho nada por conservar dicho puente. 
Ahora se habla de atraer turismo, y preguntamos si lo que queremos es que la gente de otras partes venga a ver todo lo que por desidia privada y pública hemos convertido en ruinas.  Un plan turístico debe comenzar por la restauración y limpieza de nuestras edificaciones y el cultivo de una conciencia clara de nuestros valores para que podamos ser los mejores anfitriones posibles.
Hay que comenzar por conocer la historia o los testimonios que nos han legado.  Por esa razón reproducimos a continuación un escrito del Dr. Pedro Hernández Paraliticci, aparecido en el periódico La Montaña de Utuado, en el mes de abril de 1983.

El Puente de Miguelito

MUCHOS DE LOS LECTORES no saben que la construcción del Puente de la Playita se debió a un tremendo chapuzón.

La historia la cuenta la célebre escritora de ascendencia holandesa Elizabeth Kneipple van Deusen en su libro Tropical Tales.

Cuando este puente terminó de construirse en el 1908, bajo la gobernación de Regis H. Post, todo el mundo lo llamaba "El Puente de Miguelito". El Miguelito de esta historia era el famoso medico utuadeño Miguel Roses Artau, cuyo deporte favorito era la caza y que durante sus estudios de medicina en Washington conoci6 al Presidente de los Estados Unidos, Teodoro Roosevelt, mientras cazaban en los bosques de Maryland. Hicieron tan buena amistad que el presidente lo llego a invitar a unirse a su grupo de caza que regularmente practicaban el deporte una o dos veces al mes.

Asi que cuando el Presidente Roosevelt visitó a Puerto Rico en el 1906 quiso desembarcar por Ponce en vez de San Juan y pasar por Utuado para saludar a su amigo. Desde Ponce le envió un telegrama al Dr. Roses que pasaría por aquí al día siguiente. El médico salió en su caballo a recibir al presidente y lo encontró en medio del Río Grande con su automóvil atascado en medio de la corriente —donde al Abacoa o Río Grande se le une el Río Viví— un sitio conocido como La Playita debido a que tenia palmeras y juncos de arena y donde había un buen hombre que se ganaba la vida cruzando a la gente en una yola. Precisamente en el sitio donde el Cicl6n San Ciriaco había arrasado con el puente siete años atrás. EN EL MOMENTO en que Miguelito Roses Artau cruzaba el río en su caballo para encontrarse con el presidente, el motor del automóvil del ilustre visitante hizo una explosión que asusto al caballo del galeno, tirándolo al agua. Cuando el Presidente Roosevelt se dio cuenta que el jinete caído era su amigo y compañero de cacería comenzó a reírse a carcajadas. Y le dio la mono a su amigo para que subiera ai automóvil que a tiempo fue sacado del río por una yunta de bueyes.
       Mientras arreglaban el automóvil, la comitiva aprovecho para enseñarle al presidente la ciudad de Utuado y el presidente le dijo al Secretario, que era Regis H. Post: "Aquí se debe construir un puente lo más pronto posible". Regis H. Post llegó a ser gobernador de Puerto Rico al año siguiente y durante su gobernación, en el 1908 terminó de construirse la estructura que por muchos años se llamo "El Puente de Miguelito".

domingo, diciembre 09, 2012

TEATRO EN EL CENTRO CULTURAL


Cuando se quiere se puede, parece ser el lema subyacente en todo proyecto artístico.  En muchas ocasiones hacer arte y literatura es enfrentarse a limitaciones que  provocan los límites de la paciencia humana.  Os proyectos colectivos, como el teatro, permiten  la interacción creativa e iluminadora de los participantes, de manera que la fuerza que los une sea superior a cualquier desasosiego o prudencia individual.  Se cae y se avanza y al final se tiene la obra, que es lo importante. Actuar es gozar, es aprender y es comprender. Es demostrar lo que la energía y el talento pueden producir.  Durante este año tuvimos la oportunidad de ver en escena a un grupo de teatristas de la Universidad de Puerto Rico en Utuado en la presentación de la obra, Romeo y Julieta, montada en el Centro Cultural Jesús María Muñoz de Utuado.  Esperamos poder, en el futuro, continuar brindando el espacio a estos jóvenes talentosos, que dirigió en esta ocasión el talentoso profesor de teatro utuadeño  Nelson de León Méndez. Les dejo algunas imágenes.





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463 Campo Alegre, Utuado, Puerto Rico
Periodista, Escritor y Poeta, Ciudadano Lector