jueves, febrero 09, 2006

UNA MIRADA DESDE CUMBRE ALTA

El pueblo sigue siendo pequeño. Las montañas que lo bordean impiden su crecimiento, aunque aquí y allá, comienzan a subir líneas de casa hasta perderse entre abras y farallones. Desde aquí, el lugar más alto de la zona urbana, al final de una de las escalinatas que forman la comuniad de Cumbre Alta, el pueblo se ve como siempre, aunque algo mejorado en su aspecto arquitectónico. Algo han tenido que ver los trabajos de restauración en su sitio del Departamento de la Vivienda. En Cumbre Alta, otrora recinto de apeñuscadas casitas, hoy cuenta con casas de hormigón, pintadas cuidadosamente, a lado y lado de los callejones que suben y atraviesan la pintoresca comunidad utuadeña.

Subimos varios amigos hasta la terraza de la casa de Vitín Pérez que el cuida como un tesoro y donde comienza a establecer su existencia. Entre otras cosas ascendimos las escalinatas como un deber de dar una mirada a la comunidad restaurada y al panorama del pueblo, especialmente en el centro urbano, que se nos va deteriorando sins que a nadie parezca importarle nada. Utuado es una comunidad marcada por la desidia, la falta de compromiso, la incapacidad para ponerse de acuerdo, una dejadez morbosa adornada por locales comerciales cerrados, abunancia de usuarios de droga en las calles y un aparente renacer religioso encarnado por una docena de iglesias en el área urbana.

Uno quisiera que fuera de otra manera. Quisiera ver el florecimiento, al menos en los aspectos cosméticos de la ciudad. Quisiera ver que las dos o tres instituciones que quedan medio vivas en el pueblo asuman algo de su responsabilidad. Quisiera ver que se explotaran para fines económicos las posibilidades del turismo local, los talleres artesanales, las prácticas del senderismo tanto rural como urbano. Quisiera que los dos recintos universitarios que hay en el pueblo, la Universidad de Puerto Rico y la Universidad del Este, asumieran roles más protagónicos en fomentar iniciativas para la revitalización por lo menos, del casco urbano.

Afortunadamente todavía nos quedan algunos espacios donde la mirada, por lo menos, se recrea y fluye hacia una visión más optimista. Cuando miramos desde Cumbre Alta, lo mismo que si miráramos desde Caguana o Sabana Grande, nos damos cuenta de que este tazon de verdor con su espacio urbano remedando en su fondo, es nuestra casa, casa que todavía no cambiamos por ninguna otra, aunque si las cosas siguen como van, solo nos quedará el espacio de la nostalgia, ubicado en cualquier lugar del mundo a donde nos lleven nuestros pasos viajeros.

4 comentarios:

Héctor Ojeda dijo...

Saludos desde el otro Cumbre Alta.

Un abrazo.

Héctor.

Héctor Ojeda dijo...

Saludos desde el otro Cumbre Alta.

Un abrazo.

Héctor.

Unknown dijo...

Estoy buscando LA direccion donde Vivian mis abuelos juan luzpercia y camelia en cumbre alta.

Unknown dijo...

Estoy buscando LA direccion donde Vivian mis abuelos juan luzpercia y camelia en cumbre alta.

Acerca de mí

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463 Campo Alegre, Utuado, Puerto Rico
Periodista, Escritor y Poeta, Ciudadano Lector